Para compartir con ustedes las cosas que me gustan de la vida: Familia, Recetas, Viajes, Fotografía, Historias...
lunes, mayo 22, 2006
LA HISTORIA DE PEPE
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Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le iba, el respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante.
La razón por la que las meseras seguían a Pepe era por su actitud.
Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Pepe y le pregunte:
No lo entiendo.... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo
¿Cómo lo haces?...
Pepe respondió:
"Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: Pepe, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor."
"Escojo estar de buen humor".
"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello".
"Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle el lado positivo de la vida".
Si, claro, pero no es tan fácil, protesté.
"Si lo es", dijo Pepe. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".
"Tu eliges cómo reaccionas ante cada situación, tu eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen humor o mal humor".
"En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexioné en lo que Pepe me dijo...
Poco tiempo después, deje la industria hotelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación.
Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo. Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunté como estaba, me respondió:
"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: "lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
"¿No sentiste miedo?" Le pregunté. Pepe continuó:
"Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté.
Podía leer en sus ojos: "es hombre muerto." Supe entonces que debía tomar una decisión.
“¿Qué hiciste?" Pregunté.
"Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: - "Si, a las balas" - Mientras reían, les dije: "estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo.
Ahora tienes dos elecciones:
1. No pararle a este mensaje.
2. Recomendarlo a quien aprecies.
Y recuerda, sólo se frustran aquellos que dejan de ver la parte positiva de sus resultados y de la vida...
Y que siempre estén bien.
domingo, mayo 14, 2006
Las joyas de mi cuñada.
Si alguien tiene el “Toque de Midas” en nuestros tiempos, es Helen. Suminístrale cualquier material y de sus dedos, su paciencia y su amor va a salir una maravilla.
Helen, es una uruguaya que vive en Israel, desde hace muchos años es una orfebre artesanal con reconocimiento internacional. Cada una des sus piezas es una obra de arte con la influencia de la cultura de la zona. Sus joyas siempre las vendió en exposiciones privadas y a empresas distribuidoras pero ahora ha decidido venderlas en forma directa vía Internet.
Gracias querida cuñada por estar pendiente de las cosas que escribo, te deseo todo lo mejor y el mayor de los éxitos con la apertura comercial de tus obras de arte.
Si quieren conocer un poco de ellas y de las cosas que hace, no dejen de visitar su página http://www.helen.co.il/ y me comentan de su arte.
miércoles, mayo 10, 2006
Los pimentones servdios
Yo prefiero las comidas donde se colocan las bandejas en la mesa y los comensales disfrutan sirviendo y compartiendo, o de lo contrario servir porciones abundantes donde la comida sea el atractivo y no una decoración rimbombante.
El día de la comida de los pimentones comimos 6 adultos y 2 niños, 12 pimentones, 4 albóndigas y 5 veces la recta de spaetzle que indiqué antes.
El vino: Santa Julia Chardonnay reserva (Argentina)
El Postre: Helado con crema de Casis.
domingo, mayo 07, 2006
Spaetzle o Spätzle
De origen Alemán o Austroúngaro es una pasta hecha de harina, leche, huevos y perfumada con nuez moscada. Su característica especial es que la forma es muy irregular, generalmente alargada con forma de gotas alargadas.
La masa se hace muy suave para ser forzada a través por una espacie de colador con agujeros relativamente grandes, las gotas de masa caen en agua hirviendo quedando al final con formas largadas y diferentes.
Una vez cocinada se saltea en mantequilla y es acompañante típico de muchos platos tradicionales en Alemania.
Son como un tipo de ñoquis de harina.
Se puede hacer la masa mas firme y cortarlos a mano si no se tiene el dispositivo o máquina para hacerlos.
Yo tengo dos tipos, uno plástico y uno un poco mas elaborado de metal. Prefiero utilizar el más simple.
Ingredientes:
1 ½ taza de harina
3 huevos
½ cucharadita de sal
Nuez moscada recién rallada
2/3 taza de agua
En un recipiente mezclar todos los ingredientes menos el agua, agregar el agua poco a poco hasta lograr una masa suave, gruesa y no muy pegajosa, nunca debe quedar líquida.
Lleve a hervor 2 litros de agua en una olla apropiada para el dispositivo, baje el fuego.
Coloque el dispositivo sobre la olla, agregue una porción de masa y espárzalas con la paleta.
Retire el dispositivo de la olla, suba el fuego y deje hervir hasta que los spaetzle floten.
Retírelos del agua a un recipiente tibio.
Repita el proceso hasta haber procesado toda la masa.
Antes de servir, saltee los spaetzle en una sartén con mantequilla.
¡Buen provecho!
sábado, mayo 06, 2006
Pimentones rellenos agridulces.
Hay dos acompañantes clásicos para este plato: el arroz blanco o los “Spaetzle”. En el siguiente post la receta de los “Spaetzle”.
Los ingredientes:
- Pimentones rojos (pimientos dulces, páprikas, bell peppers)
- Puré de tomate (yo utilizo la salsa de tomate que hacemos todos los años, pero queda muy bien con el puré no concentrado de tomate enlatado)
- Carne de res molida. Pídale a su carnicero que por cada ½ kilo de carne a moler agregue una chuleta de cochino (si es posible ahumada), esto le va a dar un sabor y una textura a la carne muy especial. También pida que se muela fino o que se pase dos veces por la máquina. Yo tengo un moledor de carne, y prefiero escogerla y molerla en casa.
- Pan rallado.
- Arroz blanco
- Soda
- Huevos
- Azúcar.
- Sal, pimienta
- Limón (el verde, el algunas partes al verde le llaman lima y al amarillo grande le llaman limón, en otras es todo lo contrario).
- Una remolacha pelada y cortada por la mitad.
No he indicado cantidades pues estas dependen de la cantidad de pimentones, calcule aproximadamente 150 gramos de carne por cada pimentón (si son de tamaño moderado).
Debe tener una olla grande donde quepan todos los pimentones, si no, tendrá que hacerlo en varias ollas.
La preparación:
Los pimentones y el relleno:
Cortar en círculo alrededor del tallo de los pimientos para lograr un agujero que permita meter los dedos para limpiarlos por dentro, retirar las venas blancas y todas las semillas. Esto es mejor hacerlo debajo de agua corriendo y así lavarlos bien. Colocar los pimentones boca abajo (con el agujero hacia abajo para que escurran).
En un recipiente colocar la carne molida, por cada kilo de carne agregar:
¼ de taza de soda.
2 huevos
1 cucharadita de sal y pimienta al gusto
Amasar con las manos y agregar el pan rallado poco a poco hasta que se forme una masa suave y que no se pegue a las manos.
Cuando la masa esté lista, agregue una cucharada de arroz blanco crudo por cada kilo de carne y mezcle amasando con las manos para que el arroz quede uniformemente distribuido en la carne.
Mi abuela decía que la soda le daba “volumen” a la carne y que el gas de la soda la suavizaba. No se realmente cual es el efecto de la soda pero alguna vez intenté hacerlos con agua en vez de soda y no quedan igual.
Rellenar los pimentones con la masa de carne hasta que queden bien copados. Si sobra carne, haga una bolas o albóndigas para cocinarlas junto con los pimentones, los niños que no son muy asiduos a comer cosas distintas, van a disfrutar mucho de las albóndigas y van atener el mismos sabor que el relleno de los pimentones. El gusto agridulce les va a recordar la comida china.
La salsa:,
En la olla donde va a cocinar los pimentones agregue suficientes puré o pasata de tomate como para llenar más o menos la mitad de la olla. Caliente hasta que esté a punto de hervir y pruebe y rectifique la sal. La salsa que nosotros hacemos ya tiene sal pero no siempre las enlatadas la tiene. Puede completar agregando el resto de la soda o un poco de agua
El proceso que sigue es muy subjetivo y depende mucho del nivel de agridulce que usted prefiere y de la acides de los tomates utilizados para hacer la salsa:
Agregue una cucharada de azúcar y mezcle bien para que se disuelva, exprima el jugo de un limón y mezcle bien, pruebe la salsa, agregue azúcar o limón hasta que tome el nivel agridulce que usted desea. Siempre deje cocinar unos minutos antes de cada prueba para asegurar que los sabores se han combinado bien.
El proceso que sigue es muy subjetivo y depende mucho del nivel de agridulce que usted prefiere y de la acides de los tomates utilizados para hacer la salsa:
Agregue una cucharada de azúcar y mezcle bien para que se disuelva, exprima el jugo de un limón y mezcle bien, pruebe la salsa, agregue azúcar o limón hasta que tome el nivel agridulce que usted desea. Siempre deje cocinar unos minutos antes de cada prueba para asegurar que los sabores se han combinado bien.
En el caso espécifio de esta praparación donde se utilizár dos litros de salsa de tomate se requirieron 4 cucharadas de azucar y el jugo de dos limones y medio.
Una vez que se ha obtenido el sabor deseado, coloque en la olla las dos mitades de remolacha previamente peladas y lavadas, deje cocinar por unos 10 a 15 minutos a fuego moderado y revolviendo constantemente. La remolacha va a contribuir a darle un color muy especial a la salsa, va a hacer que el rojo se vea mas intenso, también va a contribuir a moderar el sabor de la azúcar con la fructosa que libera. Luego de esto retirar y descartar las remolachas.
Coloque los pimentones rellenos en la olla, también las albóndigas (si hizo algunas), en la medida que coloca los pimentones, con una cuchara mójelos bien con la salsa del fondo de la olla. Tape la olla y cocine a fuego lento (lo mas bajo posible) mójelos bien con la salsa del fondo de la olla. Tape la olla y cocine a fuego lento (lo más bajo posible) por tantas horas como puede, trate de que no hierva o que lo haga muy suavemente. Dependiendo del fuego y la cantidad, entre dos o tres horas de cocción.
Mi abuela decía: “Hay que cocinarlos hasta que la salsa, tenga el sabor del pimentón y la carne, el pimentón tenga el sabor de la salsa y la carne, y la carne tenga el sabor de la salsa y el pimentón…”
El toque final:
Sacar con mucho cuidado los pimentones y las albóndigas de lo olla, los pimientos quedan tan tiernos que se pueden deshacer y colócales en la fuente donde los va a servir.
En una olla pequeña coloque 1 cucharada de mantequilla y una cucharada de harina por cada litro de salsa que queda en olla. Cocine bien hasta que la mantequilla se disuelva y siga cocinando un rato para que la harina se dore un poquito.
Lleve la salsa a hervor y agregue la mezcla de harina y mantequilla mezcle constantemente para que no se formen grumos, las salsa va a espesar el punto es que cubra la parte posterior de una cuchara de madera.
Agregue la salsa espesada sobre los pimientos
y lleve a la mesa.
¡Buen provecho!
La pareja ideal.
Las situaciones de la vida son cíclicas, hay tiempos buenos y hay tiempos malos o difíciles, también hay tiempos que son difíciles pero son buenos, pero lo ideal es contar con alguien que te acompañe y sea parte integral de la sobrevivencia de esos ciclos. Este post se lo dedico a mi querida esposa Blanca.
Si alguien me pregunta si existe el amor a primera vista, yo soy de los que puedo asegurar que es así. Cuando ya mi primer matrimonio había terminado, estaba solo y tratando de comenzar mi vida de nuevo, una pichona de abogado fue a pedir trabajo de recepcionista en la empresa donde yo trabajaba. Muy rápidamente dejo de ser la recepcionista para ser la responsable de las cosas legales en la empresa y la persona de confianza del gran jefe. Pero inmediatamente también cuando la vi por primera vez supe que ella sería quien llenaría ese espacio que faltaba en mi vida.
Hay una diferencia de edad de 10 años ella no si fijaba en mí. Cada día que pasaba era más imperiosa mi necesidad de conocerla pero no había forma de que ella se fijara en mí. Un buen día entré en una pequeña librería que quedaba en frente de la oficina y vi unas tarjetas muy bonitas, compré unas cuantas. Como yo llegaba muy temprano a la oficina, le dejaba una tarjeta en el escritorio con textos muy simples, “que pases buen día”, “Espero que hoy se el mejor día de tu vida” y cosas así, fueron decenas de tarjetas, una todos los días.
Descubrí la ruta que ella tomaba para llegar a la oficina y había un semáforo que era seguro que ella se parara a esperar el cambio de luz. Compre una tarjeta enorme y un día la esperé, cuando su auto se detuvo con la luz roja, le toque el vidrio y le di esa gigantesca tarjeta, que se desplegaba y cada vez que se desplegaba tenía algún comentario, ¡al fin acepto una invitación a almorzar!
Hoy en día es mi compañera, esposa y madre de mis dos preciosos y queridos hijos pequeños. (Todavía conserva una bolsa llena con todas estas tarjetas)
Tengo que agradecerle muchísimas cosas a Blanca:
- Si tengo algo en el aspecto económico, se lo debo a ella, por ser una gran administradora.
- Cuando las cosas están mal, ella es la primera en darme ánimo y sugerir ideas y trabajar en conjunto para salir del apretón.
- Nunca en estos 18 años de casado nos hemos ido a dormir sin haber resuelto cualquier problema o mal entendido que surja entre nosotros.
- Ella también es mi compañera de juego (blackjack) y me ayuda y nos divertimos muchísimo.
- Es una mujer emprendedora, independiente que supo soportar momentos difíciles como por ejemplo, más de 7 años viéndome una semana cada 4 o 5 semanas mientras yo trabajaba viajando al exterior, ella llevó la casa sola y se hizo cargo de los muchachos mientras yo no estaba.
- Ya yo no viajo y estoy mucho más tiempo en casa, pero ella sigue siendo mi apoyo para los malos ratos y mi compañera para las buenas cosas.
Mi mayor deseo es que ustedes mis amigos lectores, encuentren o tengan una pareja que les haga la vida tan llevable como lo ha hecho mi adorada Blanca.
¡Si creo en el amor a primera vista! y ¡si creo que se puede conseguir la pareja ideal!